15 de Junio de 2025

La vuelta a Veracruz en un teclazo

Mtra. Yamiri Rodríguez Madrid
La vuelta a Veracruz en un teclazo

| | 09 Jun 2025 - 14:05hrs

Hubo un tiempo en que Veracruz formaba cuadros. No improvisaba. Forjaba operadores con carácter, ética y visión. Líderes que sabían escuchar, negociar y resolver. Hoy, cuando la política se ha vuelto una competencia de gritos y ocurrencias, recordar figuras como la de Don Antonio Vázquez Figueroa no es nostalgia: es una urgente lección de memoria.


Este veracruzano tuvo la confianza de titanes de la política nacional: Augusto Gómez Villanueva, Jesús Reyes Heroles, Jorge Rojo Lugo, Antonio Toledo Corro, Gustavo Petriccioli, Manuel Camacho Solís, Francisco Gil Díaz. ¿Por qué? Porque sabía hacer política de verdad. La que no se basa en la propaganda, sino en los resultados. La que se ejerce con la cabeza fría y los pies en la tierra.


Corría la década de los ochenta cuando la CNTE paralizó Oaxaca en protesta por el inicio del proceso de descentralización educativa. ¿La respuesta del gobierno? Enviar a Vázquez Figueroa, director operativo del programa, a resolverlo. No hubo moches, no hubo pactos bajo la mesa. Se instaló en Oaxaca, dialogó durante meses… y desactivó el conflicto sin un solo peso adicional.


O pensemos en Sonora. Últimos días del echeverrismo. El presidente expropia miles de hectáreas del Valle del Yaqui y deja al nuevo gobierno un polvorín. El entonces secretario de la Reforma Agraria, Jorge Rojo Lugo, manda a uno de sus mejores hombres: Antonio Vázquez Figueroa. El clima era hostil. Fue incluso secuestrado por un grupo campesino. Pero logró apagar el incendio político. Y cuando el gobernador Alejandro Carrillo pidió que no se lo movieran porque se le incendiaba el estado, Vázquez Figueroa se quedó.


Hoy, ya no se forman servidores públicos con ese temple. Con esa vocación. Con ese amor por el país. Políticos que se retiraban si no les daban un cargo porque no estaban dispuestos a prestarse al juego del compadrazgo. Como cuando Luis Martínez Villicaña llegó a la Reforma Agraria. Todos daban por hecho que Vázquez Figueroa sería subsecretario. Pero el cargo nunca llegó. Entonces, con dignidad, se despidió y se fue. Luego vendría Ignacio Vázquez Torres y lo incorporaría al equipo del también veracruzano, Don Jesús Reyes Heroles, probablemente el mejor político que ha dado México.


Hoy, muchos recuerdan sus cargos: diputado local, administrador de la Aduana de Veracruz, director general de Aduanas, subdelegado en la Cuauhtémoc en tiempos complicados, consejero presidencial agrario, funcionario clave en el proceso de descentralización educativa.


Antonio Vázquez Figueroa es uno de esos políticos que ya no se ven. Que no necesitan reflectores para brillar. Que sabían que el poder es para servir, no para servirse. Ojalá su trayectoria sirva de lección a varios que están en un cargo por un golpe de suerte y no por vocación.


@YamiriRodriguez